“Jesús realizó además muchos otros signos
en presencia de sus discípulos,
que no se encuentran relatados en este
Libro.
Estos han sido escritos
para que ustedes crean que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios,
y creyendo, tengan Vida en su Nombre.”
(Juan 20,30-31)
San Juan escribe, ¿para qué? Para que CREAN. El primer objetivo es la
fe. Por eso, es San Juan quien más utiliza el verbo “creer” en toda la Sagrada
Escritura. Con la particularidad de que él no utiliza el sustantivo “fe”, sino
el verbo: “creer”. Indica así su
aspecto dinámico, de movimiento.
En español, “fe” y “creer” son palabras que poseen distinta raíz,
aunque el significado sea el mismo. Pero en griego y en hebreo la raíz es la
misma.
Sabemos que el hebreo es un
idioma concreto, no abstracto ni preciso como el griego, por ejemplo. Pues
bien, en hebreo, el verbo que se traduce como “creer” es el verbo “amán”, que significa apoyarse
sobre una cosa que es firme, da la idea de afirmarse, de firmeza.
Por su mismo idioma, los hebreos utilizan imágenes concretas, figuras,
y no conceptos abstractos como los griegos. Por eso, una imagen de Dios del Antiguo
Testamento es: la Roca, la Roca salvadora, en que me apoyo, y por tanto la fe
es aquí firmeza. La
imagen es la de un ser humano arrojado sobre las olas, de un náufrago llevado
para un lado y para otro y que de repente encuentra una roca y con ella, la fe.
Es el famoso “amén” = adverbio
correspondiente a ese verbo, afirmación, “así es”, “así lo creo”, estoy firme
en esto, es el acto de fe.
San Juan utiliza preferentemente: el
verbo más una preposición que indica movimiento, dirección. (Creer hacia, creer en dirección a…). Un
movimiento hacia una Persona: Cristo. Un afirmarse, un arrojarse en dirección
hacia, un abrazarse a alguien para quedarse afirmado, aferrado. No se trata en
este caso, por tanto, de un artículo de fe, de un conjunto de dogmas, sino siempre
de una Persona.
Juan utiliza, además, el verbo
más un dativo: creer a = el otro
es digno de fe, aceptar lo que dice (por ej: creer a la Sagrada Escritura,
tener confianza en ella).
También encontramos el “creer
que” = principios dogmáticos (ej: que el Hijo está en el Padre y que el
Padre está en el Hijo).
Pero el más importante para Juan es ese creer en movimiento, en dirección a...
… Para que crean que Jesús es el Hijo de Dios (y por tanto, igual al
Padre). Este es el objetivo primero del Evangelio según San Juan. Por eso,
pidamos a Cristo, que aumente nuestra fe, es decir, pidámosle que nos atraiga
hacia Sí cada día más y arrojémonos en Él, la Roca segura en que afirmarnos, la
Roca firme en quien construir nuestras vidas.
Continuará…
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