14 de diciembre de 2004

La Argentina, a mil años de Irlanda

Es el titulo de un artículo del diario La Nación, que me pareció interesante por el país con que se compara y porque el autor (Cachanosky) me merece mucho respeto.

Entre otras cosas dice:
"El drama que tenemos en la Argentina es que permanentemente pretendemos inventar sustitutos para no hacer las cosas bien. En su momento se intentó sustituir las reformas estructurales con el blindaje y el megacanje. Luego se sustituyó la reducción del gasto mediante la devaluación. Ahora queremos sustituir la ausencia de inversiones con incrementos de salarios por decreto. Mal que les pese a muchos, los argentinos tenemos que meternos en la cabeza que el salario real no es función de la bondad del gobierno de turno o de la caridad empresarial. Es función de la cantidad y calidad de las inversiones que tenga un país. Y es en este punto donde el Gobierno tiene un error de estrategia fenomenal, porque con este modelo de crecimiento jamás va a conseguir inversiones en cantidad y en calidad."

Y un poco más abajo:

"Invertir en banderitas.
Para llevarlo al absurdo y que se entienda. Por ejemplo, podríamos bajar la tasa de desocupación eliminando los mails y los teléfonos, y reemplazar esos sistemas de comunicación con gente parada en las terrazas de los edificios transmitiendo mensajes de un lado a otro con banderitas en las manos. El stock de capital serían las banderitas que vendrían a reemplazar a las computadoras y los teléfonos. ¿Alguien puede afirmar que invertir en banderitas implica tener un stock de capital que mejora la calidad de vida de la población? Pocos días atrás le pregunté al embajador de Irlanda en la Argentina, Kenneth Thompson, qué había motivado a la dirigencia política irlandesa a cambiar el modelo económico que tenían. La respuesta fue muy concreta. En primer lugar tomaron conciencia de que no podía seguir con tasas de desocupación del 17% como habían alcanzando y en segundo lugar, se dieron cuenta que no podían vivir, textuales palabras, "encerrados como un caracol". Vivir aislados del mundo los conducía a más pobreza y más desocupación. Hoy Irlanda tiene un ingreso per capita de US$ 36.000 anuales, 10 veces más que la Argentina. En los últimos 70 años, el ingreso per capita de Argentina creció al 1% anual. Si Irlanda no creciera más en su ingreso per capita y nosotros seguimos a este ritmo de mejora, en 980 años podemos llegar a alcanzarlos. ¿No nos convendría ensayar algo diferente a lo que venimos haciendo? "

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